lunes, 9 de septiembre de 2013

Llamado a todos los parralenses para que vivamos en armonía, tal como el ébano y el marfil de las teclas del piano.


Dedicado al escritor Frederik Pohl, fallecido este mes.

En Hidalgo del Parral se ha mantenido una cultura del apego a las costumbres partidistas y se ha olvidado el respeto a la mística parralense.
En algún punto de nuestra historia vanguardista olvidamos que sobre todo está la fe. Esa fe que mueve montañas y que nos dice a cada curso de esta sucesión de acontecimientos, que para todo hay un tiempo, y que la tormenta pasa para dar lugar a un orden preestablecido por una Inteligencia Suprema.
Con tristeza observo cómo las acusaciones de malversaciones de fondos pecuniarios o manejo de información ilícita se hacen latientes cuando alguno de los grupos políticos que se encuentran en contienda pierden.
¿Por qué no hacer esas denuncias a tiempo?, si es que son ciertas.
De ninguna manera aceptaría secundar acusaciones de tipo rencoroso.
Hay que unificarnos por el progreso parralense.
Y como aclaración: las mujeres que aparecen mostrando sus atributos en este blog son teledirigidas por un colaborador anónimo que se hace llamar Alfredo  “el tejo” Díaz. Es el equivalente de la “página de en medio” de algunos medios gráficos físicos.
 
Por ejemplo esta belleza nativa. ¿Hay acaso algo cuestionable en ella?
 
 

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